EDITORIAL BUSCARINI ha publicado la novelara La Pasión según Satanás, del periodista Marcelino Izquierdo Vozmediano, que juega con la ficción para describir el paisaje social y humano del Logroño de la postguerra a partir de unos hechos históricos: el asesinato, en 1946, de un tratante de ganado a manos de José García Barriobero, apodado Satanás, que dos años después se convirtió en el último ejecutado por garrote vil de La Rioja.
Marcelino Izquierdo Vozmediano (Logroño, 1958) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe de Fin de Semana del DIARIO LA RIOJA, para el que fundó y coordinó el suplemento Ventana Cultural (1981-1985). Ha publicado las novelas La muerte acecha (1994), El juego de la rana (1995) y La canción del juglar (2000) y el cuento La historia de Logroño jamás contada (2011), así como el ensayo histórico Zurbano. Vida y mito de un héroe del liberalismo español (2007), junto a Pablo Sáez. También ha sido comisario de las exposiciones Sagasta, periodista (2003), Héroes por accidente (2004), Paz y Guerra, Guerra y Paz (2006) -junto a Pilar Salas- y Periodistas desde 1889 (2009).
FRAGMENTO DE LA PASIÓN SEGÚN SATANÁS
«Aquel jueves amaneció tan gris y sombrío que ni los tibios rayos de un sol macilento, allá al mediodía, se atrevieron a desafiar el rumbo indeleble del destino. Abriéndose paso entre el humo de puro barato, desordenando rutinarias partidas de naipes, monopolizando soporíferas tertulias de sobremesa, la noticia irrumpió en la ciudad de un modo tan espontáneo e inopinado como la súbita muerte. Al día siguiente, Nueva Rioja plasmó la tragedia en sus páginas o, lo que es lo mismo, esculpió en papel la primera muesca de una historia, triste historia, que retrataba con tino los avatares de la España más sombría, esa España aprisionada por una posguerra que ya se prolongaba en exceso […] Los vendedores de prensa recorrían las atestadas calles de manera febril, desgañitándose ante su clientela al grito unánime de “¡Todo sobre el crimen del Gallego! ¡Léalo en Nueva Rioja!”. El rotativo agotó su edición antes de que el mediodía uniese en lo más alto de la esfera las manecillas del Reloj Bergerón, junto al que se arremolinaban tratantes de ganado con la taleguilla repleta de billetes, pudorosas sirvientas que aguardaban en el lugar convenido a los parientes del pueblo y ociosos haraganes –muchos de ellos mutilados de guerra– que se ganaban el garbanzo con deshonestos».